Alcohol y medicina
Los alcoholes primarios
y secundarios son líquidos incoloros y de olor agradable, solubles en el agua
en cualquier proporción y menos densos que ella. Los terciarios en cambio son
todos sólidos. Los alcoholes tienen una gran gama de usos en la industria y en
las ciencias como solventes y combustibles. El etanol y el metanol pueden
hacerse combustión de una manera más limpia que la gasolina o el gasoil. Por su
baja toxicidad y disponibilidad para disolver sustancias no polares, el etanol
es utilizado frecuentemente como solvente en fármacos, perfumes y en esencias
vitales como la vainilla. Los alcoholes sirven frecuentemente como versátiles
intermediarios en la síntesis orgánica.
Alcohol y el cuerpo humano
Los efectos del
alcohol sobre el cuerpo son numerosos y diversos. El alcohol, específicamente
el etanol, es una potente droga psicoactiva con un número elevado de efectos
terciarios que puede afectar de manera grave a nuestro organismo. La cantidad y
las circunstancias del consumo juegan un rol importante al determinar la
duración de la intoxicación. Por ejemplo, al consumir alcohol después de una
gran comida es menos probable que se produzcan signos visibles de intoxicación
que con el estómago vacío. La hidratación también juega un rol importante,
especialmente al determinar la duración de las resacas.
Fases de la intoxicación
etílica.
Tras la ingesta de alcohol se producen
a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis
ingerida (aunque afectan otros factores individuales).
1- Fase de euforia y excitación. Tasa de alcoholemia: 0,5 g/L. Locuacidad,
euforia, desinhibición, conducta impulsiva.
2- Intoxicación.
El organismo que no está acostumbrado al alcohol se resiste. Poco a poco se
afecta el sistema nervioso al originarse la pérdida en la capacidad de
coordinar los movimientos produciendo el desequilibrio y a veces caídas. Si se
abusa se puede producir la ataxia locomotriz que es una parálisis propia de los
alcohólicos. El alcohol produce efectos depresivos y una aparente sensación de
calor al dilatarse los vasos cutáneos, pero lo que ocurre realmente es la
pérdida de calor del organismo.
3- Fase hipnótica o de confusión. Tasa de alcoholemia: 2 g/L. Irritabilidad,
agitación, somnolencia, cefalea. Disartria, ataxia, dismetría. Náuseas y
vómitos.
4- Fase anestésica o de estupor y coma. Tasa de alcoholemia: 3 g/L. Lenguaje
incoherente. Disminución marcada del nivel de conciencia (obnubilación y coma)
y del tono muscular. Incontinencia de esfínteres. Dificultad respiratoria.
5- Fase bulbar o de muerte. Tasa de
alcoholemia: 5 g/L. Shock cardiovascular. Inhibición del centro respiratorio.
Paro cardio - respiratoria y muerte.
Efectos del
alcohol en el cuerpo humano.
Aldehídos y las cetonas.
Los aldehídos y las cetonas: son compuestos
caracterizados por la presencia del grupo carbonilo (C=O). Los aldehídos
presentan el grupo carbonilo en posición terminal mientras que las cetonas lo
presentan en posición intermedia. El primer miembro de la familia química de
los aldehídos es el metanal o formaldehído (aldehído fórmico), mientras que el
primer miembro de la familia de las cetonas es la propanona o acetona (dimetil
acetona).
Usos
Aldehídos:
El metanal o aldehído fórmico es el aldehído con mayor uso en la industria, se
utiliza fundamentalmente para la obtención de resinas fenólicas y en la
elaboración de explosivos (pentaeritrol y el tetranitrato de pentaeritrol,
TNPE) así como en la elaboración de resinas alquídicas y poliuretano expandido.
Cetonas:
La cetona que mayor aplicación industrial tiene es la acetona (propanona) la cual se utiliza como disolvente para lacas y resinas, aunque su mayor consumo es en la producción del plexiglás, empleándose también en la elaboración de resinas epoxi y poliuretanos. Otras cetonas industriales son la metil etil cetona (MEK, siglas en inglés) y la ciclohexanona que además de utilizarse como disolvente se utiliza en gran medida para la obtención de la caprolactama, que es un monómero en la fabricación del Nylon 6 y también por oxidación del ácido adípico que se emplea para fabricar el Nylon 66.
La cetona que mayor aplicación industrial tiene es la acetona (propanona) la cual se utiliza como disolvente para lacas y resinas, aunque su mayor consumo es en la producción del plexiglás, empleándose también en la elaboración de resinas epoxi y poliuretanos. Otras cetonas industriales son la metil etil cetona (MEK, siglas en inglés) y la ciclohexanona que además de utilizarse como disolvente se utiliza en gran medida para la obtención de la caprolactama, que es un monómero en la fabricación del Nylon 6 y también por oxidación del ácido adípico que se emplea para fabricar el Nylon 66.
Muchos aldehídos y cetonas forman parte de los
aromas naturales de flores y frutas, por lo cual se emplean en la perfumería
para la elaboración de aromas como es el caso del benzaldehído (olor de
almendras amargas), el aldehído anísico (esencia de anís), la vainillina, el
piperonal (esencia de sasafrás), el aldehído cinámico (esencia de canela). De
origen animal existe la muscona y la civetona que son utilizados como fijadores
porque evitan la evaporación de los aromas además de potenciarlos por lo cual
se utilizan en la industria de la perfumería.